Bueno, pues allá vamos.
Ésta es la primera entrada en mi blog, y mentiría si dijera que me he quedado en blanco, lo que no se es cómo ordenar el sinfín de ideas que pululan por mi cabeza, y darles forma.
Podría hablar del Gobierno, de las inundaciones de la semana pasada, de alguna cosa graciosa, o del sexo de los ángeles.
Sin embargo, creo que voy a hablar de las razones por las que me he decidido a publicar un blog. Y específicamente un blog, no un diario, porque lo que quiero no es tener un espacio para mí mismo donde plasmar mis ideas, buenas y malas, que de todo hay, sino tener una vía para compartirlas con el mundo, con sus consecuencias:
- Si las entradas son buenas, tendrá una cierta repercusión y podré influir o aportar sobre aquellos temas que me interesen, e interesen a más gente.
- Si las entradas son malas, no me leerá ni el Tato, y podré utilizar mi blog para releerme de vez en cuando cuando esté aburrido, contarle historias extrañas a mis hijos y nietos (hasta que se den cuenta de la realidad), o simplemente me servirá para escaquearme de vez en cuando de las tareas domésticas (creo que ésta opción puede resultar de inspiración a much@s, ahora que lo pienso, si llegan a leerme.
Sin embargo, mi interés no está en esto último, sino en lo primero. Hay muchas razones por las que pienso que puedo aportar algo a la gente:
- Tengo unas vivencias y un bagaje, en parte bueno y en parte malo, que puede ayudar a ver las cosas desde otro punto de vista a los demás.
- Puedo aportar ideas y conocimientos, ni mejores ni peores que los de otros que, por una razón u otra (falta de tiempo, de iniciativa, de conocimiento o simplemente de interés) no lo van a hacer.
- Amo a mi tierra y a mi gente, y si puedo ayudarles en algo, aquí estaré para hacerlo.
- Me interesa de lo que hablo, y de lo que pienso escribir (mi tierra, mi gente, economía, justicia e injusticia social, el baloncesto, el Marketing, …).
- Soy una persona completa, con todos los matices que ello implica, una personalidad esférica y no plana, con facetas que a menudo no muestro, no por vergüenza, sino porque no creo que el exhibicionismo de uno mismo sea una virtud; hay un viejo adagio que dice «Si Dios te ha dado dos orejas y una boca, es para que escuches el doble de lo que hablas».
- O simplemente puedo ayudar a otr@s a escaquearse también de las tareas domésticas, del trabajo, o de lo que sea, sin necesidad de tener que ponerse a escribir un blog.
Además, así le pongo fácil a un amigo, bloguero él (con muchííísimo más talento que yo), la posibilidad de devolverme una broma que le gasté sobre su «pluma» y lo escondida que la tenía, en aquellos tiempos del Colegio, que no se le notaba nada de nada.
En fin, creo que esto ha sido una declaración de principios; el tiempo dirá cual será su final, hoy por hoy yo no lo se, ni quiero, porque sería lo mismo que desvelar los secretos de la aventura maravillosa que nos toca recorrer: La Vida.
Pues nada, bienvenido al mundo de los blogs, has elegido una muy buena plataforma. A ver qué nos vas contando.
¡Gracias, Jose!!